martes, noviembre 29, 2005

EL MIEDO


De chico le tenía miedo a un cuadro que estaba en la casa del mauri, ese tan típico en el que aparece un niñito de ojos celestes y abrigo café llorando desconsolado sepa dios por que razón. Decían que si lo volteabas aparecía el diablo, decían que si lo mirabas mucho se te aparecía la llorona, decían esto y decían aquello mientras yo escuchaba y llenaba mi cabeza de cuentos.

Cuando dejé de ser un niño comprendí que iba a morir, y le agarré un miedo gigante a la muerte. Y no me refiero sólo a la mía, sino que a la de mis padres, mi abuela, mi hermano, el perro o cualquier cosa que estuviera cerca mío.

Hoy, la verdad es que me cuesta decidirme a que le temo, estoy entre quedarme sin trabajo, a la soledad, a la delincuencia, a Bush, al engaño, al futuro, a los pacos, a mi alcoholismo, a decubrir la verdad, a los rayos UV, a quedar ciego, al planeta que le heredaré a mis hijos, a enfermarme y no tener plata para pagar el médico, a que un asteroíde caiga en la tierra, a que me clonen, y así podría seguir hasta mañana con mucha facilidad. Y es que creo que el miedo es el silencioso titiritero que mueve las incomprensibles conductas de la gente de esta ciudad, por que pensandolo bien, resulta mucho más cómodo asustar que ser asustado.

¿Será por eso que lloraba el niño del cuadro?