
Un elefante y un tigre cruzaron sus caminos. Se detuvieron, se miraron fijo, se estudiaron. Ninguno pensaba hacerse un lado para que pasara el otro. El elefante avanzó, y sin más, el tigre se abalanzó sobre el. La salvaje lucha duró un par de días. Al final ambos murieron. Sirvieron de alimento a los buitres que siempre andan por ahí.
11 comentarios:
Me acordé de Transantiago.
Ya odio estar en la UOCT.
Será que hay veces en las que uno debe ceder?
=P
Me carga cuando pasa eso
siempre hay alimento, de sobra
Hay una canción con ese título que me gusta mucho.
Cuando era pequeña, mi padre siempre me decía "tienes q dar a torcer tu brazo", que irónico... él que jamás se quedaba callado ante nadie.
He vuelto por estos lados con nuevo blog.
Le espero.
AnaMaría.
no existe buen o mal
es verdad
Debe ser coma la lucha de los miedos...con los desafios...
o luchar contra angeles y demonios
Hola!!!
de qué sirven los triunfos si no podemos disfrutar de ellos??? buen texto
un besito
bye!!!
que estupidez más grande es la de querer ganar siempre
buena fábula
buen tips
Un abrazo y nos estamos leyendo.
Mauro!
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