Ese extraño ser mitológico por fin pudo ser captado por una cámara fotográfica. Tenía cuatro pies y la cabeza hacia abajo. Era extraño. Al aparecer la luz roja del cemáforo, irrumpía en la calle y comenzaba una loca y desenfrenada danza para hacer llover monedas de oro. Si que era extraño. Al volver la luz verde, se aprtaba y esperaba pacientemente a un costado la luz roja para danzar nuevamente. Así una y otra vez. Ese ciclo lo repetirá por toda la eternidad. Extraño ¿no?.
martes, julio 26, 2005
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2 comentarios:
Great site lots of usefull infomation here.
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muy wen bló
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